Escucha guiada: La muerte y la doncella de Franz Schubert

Por: Manuela E. Aguirre

Escucha guiada: La muerte y la doncella de Franz Schubert 3

La muchacha y la muerte-Richard Bergh (1888)

¡Nuestro champiñoncito preferido, Franz Schubert, estuvo cumpliendo 225 años de nacimiento el pasado 31 de enero! Además de venir a contarte que “pequeño champiñón” — Schwammerl, en alemán— era el apodo con el cual le llamaban sus amigos, por su corta estatura, he venido este mes con una escucha guiada de una de sus obras que, considero, es fundamental para el repertorio de cuarteto de cuerdas en todo el mundo: La muerte y la doncella. En la cuenta de Spotify de FOSBO he creado una selección de tres grabaciones distintas de esta obra: la primera, del Hagen Quartett grabada por el Deutsche Grammophon en el 2010. En segundo lugar, el Borodin Quartet grabado por Elatus en 1998, y en tercero, el Takács Quartet para Decca en 1993. Así, te invito a que le des una oportunidad a Schubert al tiempo que lees esta guía, para celebrar con nosotros la vida de este prolífico compositor. 

Escucha guiada: La muerte y la doncella de Franz Schubert 4

La muerte visitante-Adolph Menzel (1844)

Las más de mil quinientas obras que compuso Schubert a lo largo de su vida dejan corto el adjetivo “prolífico”, más cuando se toma en cuenta el poco tiempo que vivió el vienés. Schubert falleció a los 31 años dejando tras de si un catálogo inacabable de sinfonías, oberturas, conciertos, obras para piano, conjuntos de cámara, y misas, entre otras cosas, sin embargo, son sus obras vocales las que se llevan el protagonismo y la mayor parte de su repertorio. Alrededor de 600 lieder hacen parte de su catálogo, sin contar las obras para coro mixto, masculino y sus tríos. 

Los lieder son obras líricas breves cuyo texto es un poema, generalmente preexistente, y cuyo formato es el de voz acompañada por un piano u otros instrumentos. Son una suerte de canción del período romántico que antecede muchas de las formas que hoy en día podríamos encontrar en ciertos cantautores cuyo formato es, por ejemplo, voz acompañada de guitarra acústica. El cuarteto de cuerdas que protagoniza este artículo tiene su origen en un lied para voz y piano escrito por Schubert en 1817 basado en un texto del poeta Matthias Claudius, que reza lo siguiente:

La doncella: 

¡Sigue tu camino! ¡Oh, sigue tu camino!

Anda, salvaje hombre de huesos 

¡Yo aún soy joven! vete, querido,

y no me toques. 

Y no me toques. 

 

La muerte: 

¡Dame tu mano, hermosa y tierna criatura!

Yo soy un amigo y no vengo a castigar.

¡Ten buen ánimo! no soy salvaje, 

¡Dormirás suavemente en mis brazos!

Ya en este corto poema podemos encontrar una de las claves más importantes para comenzar a develar la esencia del cuarteto. La poesía del romanticismo alemán es bien particular, en tanto que encuentra gran afinidad con la contraposición de opuestos. En este caso, la antítesis trágica que se genera con la llegada de la muerte y la imagen de una doncella joven que busca esquivarla. Sin embargo, esta dinámica no se impone de manera grotesca ni visceral como podría suceder en otros ejemplos donde llega la muerte antes de tiempo. El diálogo entre la muchacha y la muerte, aunque doloroso, es a su vez íntimo, tranquilo y solemne. Aquí, la muerte no se presenta como un absoluto que detiene en bruto el destino de la persona, sino como un amigo que viene a ofrecer descanso.  

 

A pesar de esto, la voz de la doncella implora que la muerte la esquive, abogando con su juventud. Sus frases son cortas, y la repetición del último verso “y no me toques. Y no me toques” recuerdan la inestabilidad del miedo que, otra vez, se contrapone a las frases largas y tranquilas del diálogo de la muerte. Dado que el poema está escrito a manera de diálogo, y la doncella no responde a la intervención de la muerte, incluso se podría asumir que, formalmente, se está dejando entrever que ella ha decidido acompañarla. Es quizá esta la razón por la cual Schubert decidió terminar el lied, cuya tonalidad está en re menor, en un optimista re mayor.  

 

Entonces, la persecución y la contraposición son los dos ejes a través de los cuales se mueve el sentido del poema y por esto, son dos conceptos que podemos encontrar constantemente en el cuarteto de cuerdas del mismo nombre que Schubert compuso en 1824. 

Escucha guiada: La muerte y la doncella de Franz Schubert 2

La muerte y la vida- Gustav Klimt (1915)

Primer movimiento: Allegro

Este primer movimiento está construido por dos motivos contrastantes. El primero lo podemos escuchar justo al inicio, con los cinco fuertes golpes de arco, que en la grabación del Deutsche Grammophon —la cual estaremos usando como referencia a lo largo de este artículo— llega a una melodía lírica y suave que contrasta con el inicio. En el minuto 0:13 de la grabación podemos escuchar como la música vuelve a este primer motivo y lo desarrolla de manera que se genera una corriente ansiosa, capa sobre capa, alternando dinámicas fuertes y débiles, de forma que esta primera persecución musical desemboca en la vuelta al motivo inicial, esta vez desarrollado, en el minuto 1:20. El segundo tema del movimiento aparece en el minuto 1:58. Este, que, inicialmente se presenta como una melodía brillante en una tonalidad mayor, poco a poco se ve intervenida por la incertidumbre del juego armónico que oscurece su curva melódica. Un buen ejemplo de esto se puede escuchar en el minuto 2:15. 

 

Así, aquello que es realmente importante para tener en cuenta sobre este primer movimiento, es que se está haciendo una apertura a las tensiones que se encuentran dentro del poema. Los cambios súbitos de ánimo en la música, los gestos contrastantes y el lirismo que se ve interrumpido e intervenido por gestos de incertidumbre los podríamos interpretar de manera programática como la figura de la doncella que, armada de valor, llena de coraje, intenta con todas sus fuerzas escapar de las manos pacientes de la muerte. Un gran momento en este movimiento es el último golpe de energía que sucede a partir del minuto 14:04. El motivo no se rinde, y con un último impulso cierra el final, alargando la cadencia lo más posible, hasta apagarse. 

Segundo movimiento: Andante con moto

Este segundo movimiento es un tema y cinco variaciones, escrito sobre el material del lied original de Schubert que ya se ha mencionado anteriormente. El tema, como tal, es reminiscente de una marcha fúnebre, que, leído de manera programático, indicaría que la doncella ya ha muerto. A partir de este momento, nos encontraremos con uno de los desarrollos más interesantes de variaciones que tiene el repertorio del siglo XIX. 

A partir del minuto 2:39 podemos escuchar el inicio de la primera variación. Es interesante pensar en estas variaciones como desarrollos musicales sobre la idea misma de la muerte. Hay que tener en cuenta que Schubert escribió este cuarteto cuatro años antes de fallecer y que para ese momento había estado hospitalizado varias veces, y tenía la certeza de que iba a morir pronto. El período romántico aboga bastante por la expresión del entendimiento íntimo del ser y la experiencia personal como material para generar visiones universales de lo temas que se tratan, por lo que, escribir variaciones sobre el tema de la muerte se podría tomar como una reflexión profunda sobre lo que implica asumirla. En la segunda y tercera variación, —minuto 4:50 y 7:00 respectivamente— el carácter de la música torna entre cambios súbitos de excesivo movimiento en dinámicas fuertes, y pasajes lentos y contemplativos en dinámicas súbitas y suaves. Hacia la cuarta variación —minuto 9:04— el tema se torna lírico, dándole la melodía principal al segundo violín y al cello. El tema evoluciona, se convierte en absoluto positivismo y alegría que confluye en la quinta y última variación —minuto 11:19— la cual tiene una estructura muy diciente sobre la conclusión a la cual quisiera llegar el compositor y el poema: inicia suave, creciendo poco a poco, llegando a un clímax restaurando el motivo original y devolviéndose lentamente hacia el silencio. Una última lucha y un último golpe para llegar a asimilar con tranquilidad la muerte. 

Tercer movimiento: Scherzo Allegro Molto

Aunque hasta ahora hemos hecho una lectura bastante programática de la historia de la doncella en estos dos primeros movimientos, también es posible asumir el análisis de esta pieza de manera no narrativa. Algunos críticos han llamado a este movimiento “la danza del demonio violinista”, debido a los motivos rápidos y marcados que construyen el Scherzo del inicio. A partir del minuto 1:30 podemos escuchar el trío contrastante que interviene el scherzo. Una melodía que desarrolla elementos de materiales musicales pasados y que sirve como puente hacia una recapitulación del momento inicial. Este movimiento es, en realidad, muy corto, y podría considerarse en su totalidad como un breve interludio antes del gran despliegue de energía que es el final de la obra.

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La muerte tocando violín- Frans Francken el Jóven (1600)

Cuarto movimiento: Presto

El cuarto y final movimiento inicia con un material rítmico que se ata automáticamente a los golpes de arco que abren el cuarteto en el primer movimiento. Este último momento del cuarteto tiene forma de rondó: es decir que un mismo tema se intercala varias veces con materiales distintos, como un coro que se intercala a versos en una canción. El tema está escrito a manera de tarantela italiana, y se desarrolla de forma que poco a poco la intensidad va creciendo y creciendo hasta desbocarse en un final complejo, agitado y genial que cierra por completo el cuarteto. Es interesante hacer una última reflexión sobre la forma y el sentido de la escogencia de este final para la obra, ya que, si bien la doncella acepta su sino de forma pacífica luego de una lucha, el final de este cuarteto no cierra de manera pacífica: todo lo contrario. Si tomamos entonces la obra como una reflexión de Schubert sobre su propio estado y su propia muerte, entonces entenderemos que el final de la obra no tiene por qué acabar de manera tranquila, claro que no. Es el mensaje de un hombre que aún se aferra a la vida en el momento en el que más busca escapar de la muerte a través de su música. 

Esta es mi lectura de la obra. ¿Cuál sería la tuya?

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